Durante la historia han existido un sin número de escuelas, con nombres memorables, de personas que de una u otra manera han aportado a la educación de Puerto Rico. Muchas de estas escuelas han sido cerradas, abandonadas, dejadas en el olvido y junto con ellas han enterrado todos los recursos, los comienzos, las risas, los juegos, los momentos alegres, los tristes. Las personas comienzan a olvidar y a darle menos importancia a lo que un día fue su lugar de enseñanza, o trabajo, e incluso su lugar de travesuras, en el cual se veían y reían con sus amigos, y en el que cada día aprendían algo nuevo. Mientras maestros, directores y personas que le preocupa la enseñanza luchan para que no cierren las escuelas, ya muchas han cerrado sus portones. Aunque aún funcione bajo otro nombre, esto no durará por mucho tiempo. Pronto desaparecerá. Este es el caso de la escuela Judith A Vivas.

Judith A. Vivas fue una mujer puertorriqueña, nacida en Ponce. Fue educadora, pintora, poeta, literaria, entre otros títulos. Ella dedicó su vida a la educación. Utilizó la literatura como un nuevo método de enseñanza. Todo lo que realizaba, lo hacía por el bienestar de la educación y en el porvenir de los estudiantes. Fue por esto que se le otorgo su nombre.
La escuela superior Judith A. Vivas cerró sus instalaciones en el año 2010 debido a la poca matrícula y remoción del equipo de maestros. Sin embargo consolidaron los estudiantes de la escuela Luis Muñoz Rivera, la cual está siendo remodelada, a las instalaciones de la Judith. Por lo tanto, en la actualidad, esta escuela sigue operando, pero no bajo su nombre original, si no por el de Luis Muñoz Rivera. A pesar de este cambio, aún quedan maestros que daban clase en ella, como Enid Toledo, Walter González, Noé Santiago y María Vilá.

Hace años surgió un suceso que marcó el trayecto de esta escuela. Ni maestros y mucho menos los estudiantes se dieron cuenta del gran paso que lograrían. Surgió una integración curricular, en la cual todos los maestros se reunieron para que durante una semana todos ellos hablaran y enseñaran un mismo tema. El tema sería el de los terremotos. Todos decoraron sus salones y la escuela, conmemorando este tema. Incluso en sus materias integraron por completo el tema de los terremotos. Todos hablaban de los mismo uniendo así, las matemáticas, ciencia, historia, español, etc. Los maestros contaron con helicópteros y con los miembros de la defensa civil. Haciendo así que el tema pareciera más real y creíble. Durante esa semana, administraron post-pruebas y pre-pruebas de las cuales recibieron resultados magníficos y nunca antes vistos de los estudiantes. Los estudiantes estaban entusiasmados al ver todo aquello. La semana terminó con un Drill en el cual la escuela simuló que surgía un terremoto de verdad, involucrando a los paramédicos, ambulancias, y policías. Muchos estudiantes y maestros lo hicieron parecer más real, apareciendo lastimados o incluso haciéndose los muertos. Cuenta la maestra Vilá, mi entrevistada, que fue algo impresionante, que nunca antes había visto o vivido y que fue lo más grande y significativo que ocurrió en la escuela, marcando así su vida y la de sus estudiantes, que aún lo recuerdan con entusiasmo.